Como todas las cosas de la vida tienen un final, ya llegó un final muy importante dentro de mi vida y de la vida de mi amigo Lexuzón. Se acabó el colegio, aquella etapa de la cual se dice, es la mejor de la vida.
Me despedí del colegio sin lágrimas ni penas, más bien ya quería irme de ahí. Lo esperé todo el año. Aseguré mi promoción del colegio en los primeros 3 bimestres y en el último bimestre casi literalmente me rasqué las bolas. Luego ingresé a la universidad y el colegio me importó menos. Al final no daba nada por el colegio. Solo iba por mis amistades y porque, en fin, tenía que ir. Tal vez un triste final para 11 años o tal vez esa fue la forma en que debió terminar.
No sé si en verdad disfruté del colegio como debí, eso solo el tiempo podrá decirlo; pero debo decir que sí me voy con gratos recuerdos y que no son pocos. Tantas memorias que poco a poco se irán al olvido y que solo podrán ser desenterradas del panteón de mi mente con uno de aquellos fortuitos y casuales encuentros con mis ya ex-compañeros.
Ahora verdaderamente empieza la vida o al menos eso me imagino. Tener que lidiar ya no con estudios escolares, donde si querías estudiabas, sino con estudios universitarios; ya no será lo mismo.
Y llega el momento de las interrogantes. ¿Aguantaré 5 años en la Pontificia Univesidad Católica del Perú? No lo sé. ¿Lexuzón se decidirá por estudiar algo? Eso tampoco lo sé.
Sé que se nos viene la vida encima pero al mismo tiempo estoy ansioso por saber si podré vivirla. Sé que muchos se quedarán en el camino, es posible que yo también lo haga, pero sé que la pelearé. Y aunque ya sea admitido de la Universidad Católica, diré aquello que dicen los que quieren postular a la Universidad de Lima:
Sigues aquí esperando tu vida.
Si depende solo de ti,
si conoces bien la salida,
si lo puedes elegir.
Dale más fuerte,
nada te puede parar
si sigues lo que sientes,
dale más fuerte.
Me despedí del colegio sin lágrimas ni penas, más bien ya quería irme de ahí. Lo esperé todo el año. Aseguré mi promoción del colegio en los primeros 3 bimestres y en el último bimestre casi literalmente me rasqué las bolas. Luego ingresé a la universidad y el colegio me importó menos. Al final no daba nada por el colegio. Solo iba por mis amistades y porque, en fin, tenía que ir. Tal vez un triste final para 11 años o tal vez esa fue la forma en que debió terminar.
No sé si en verdad disfruté del colegio como debí, eso solo el tiempo podrá decirlo; pero debo decir que sí me voy con gratos recuerdos y que no son pocos. Tantas memorias que poco a poco se irán al olvido y que solo podrán ser desenterradas del panteón de mi mente con uno de aquellos fortuitos y casuales encuentros con mis ya ex-compañeros.
Ahora verdaderamente empieza la vida o al menos eso me imagino. Tener que lidiar ya no con estudios escolares, donde si querías estudiabas, sino con estudios universitarios; ya no será lo mismo.
Y llega el momento de las interrogantes. ¿Aguantaré 5 años en la Pontificia Univesidad Católica del Perú? No lo sé. ¿Lexuzón se decidirá por estudiar algo? Eso tampoco lo sé.
Sé que se nos viene la vida encima pero al mismo tiempo estoy ansioso por saber si podré vivirla. Sé que muchos se quedarán en el camino, es posible que yo también lo haga, pero sé que la pelearé. Y aunque ya sea admitido de la Universidad Católica, diré aquello que dicen los que quieren postular a la Universidad de Lima:
Sigues aquí esperando tu vida.
Si depende solo de ti,
si conoces bien la salida,
si lo puedes elegir.
Dale más fuerte,
nada te puede parar
si sigues lo que sientes,
dale más fuerte.
voy a estudiar comunicacion audiovisual ;)